Cuando me pasan estas cosas, cuando me siento así, me cuestiono si será bueno que pase tanto tiempo con mis hij@s. (Les recuerdo que lo que aquí escribo y planteo se basa en MI situación, no pretendo juzgar a nadie con las opciones que cada un@ ha tomado.) ¿Acaso no será mejor tener tiempo para mí y dejarlos con otra persona que los cuide? ¿No sería mejor estar con ellos para disfrutar y que otr@ se encargue de decirles que coman con la boca cerrada, ordenen, cuelguen sus parkas, se laven los dientes, etc? Quizás....Lamentablemente, al menos mis hij@s, no funcionan así. No se pueden programar para que todos se porten mal cuando no estoy y se porten bien cuando están conmigo. Y porque son tan ricos cuando se portan bien, es que trato de estar con ellos lo más posible.
¿Qué tiene que ver toda esta cháchara con educación? Ahora les explico. Como les dije al comienzo de este blog, lo que Benjamín y yo queremos para nuestros hij@s es que sean felices. Para ello queremos ayudarlos entregándoles las herramientas, apoyo y oportunidades que necesitan. Pero, ¿cómo saber qué los hace felices? Sería muy simple si ellos pudieran decírnoslo, aunque lo más probable es que no lo puedan hacer en el futuro cercano. La solución que hemos encontrado hasta ahora es conocerl@s: conocer sus gustos, sus habilidades, sus miedos, lo que les cuesta y lo que l@s hace reír. Y para ello tengo que estar con ellos. Acabo de ver una charla TedTalk (http://www.youtube.com/watch?v=Uq-FOOQ1TpE) sobre un niño que podría catalogarse como genio matemático/físico. Él plantea que los grandes pensadores (Newton, Einstein, etc) no eran genios, sino personas que dejaron de aprender, se pusieron a pensar en las cosas que les interesaban y luego crearon a partir de lo que habían pensado.
Yo quiero ayudar a mis hij@s en ese camino, creando un ambiente favorable para ello. Y siento que para eso tengo que estar CON ell@s: observarl@s, escucharl@s, hablarles, y aprender de ell
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