jueves, 9 de enero de 2014

Cómo pensamos hacerlo

Hay infinitas formas de educar en la casa, tantas como familias que lo hacen. En esta búsqueda por encontrar la forma que más nos acomodaba, conocimos familias que aplican distintas técnicas. Una de ellas, optó por la filosofía unschooling en todo sentido. Ellos tienen 1 solo hijo, de 7 años, y no tienen ninguna formalidad. La idea es que el niño aprenda jugando, viendo, experimentando; si no lee a los 7, lo hará a los 8 o a los 9, pero confían en que en algún minuto aprenderá. Tienen poca estructura (en el sentido de horarios, rutinas, etc), y aunque podría ser interesante esta visión, con 5 niñ@s era impracticable para nosotros. También conocimos una familia que inscribió a sus hij@s en un Homeschool gringo. Entonces el colegio les manda los libros y materiales y los niñ@s los trabajan en sus casas. Rinden exámenes a distancia en este colegio y obtienen los certificados como si estudiaran en Estados Unidos. Esta alternativa, aunque válida, no era lo que buscábamos. No sólo nos interesa que nuestras hijas aprendan en un lugar distinto al colegio, sino de una FORMA distinta. No queremos que las niñitas se pasen los días haciendo hojas y hojas de ejercicios de matemáticas, de inglés, de historia o de ciencias.

Nuestra opción es una mezcla de cosas que leímos y nos gustaron, tratando además que calzara con nuestra vida familiar, es decir, tener tiempo para la guagua, para los niños que irán al jardín (al menos este año) y para hacer las cosas de la casa. Así, armamos un horario que consiste en que lunes y viernes las niñitas pasan la mañana conmigo. La primera parte de la mañana veremos las materias más típicas (lectura, matemáticas, historia) pero no en formato clases, sino conversando, jugando, o haciendo las cosas de la casa. Esta parte será guiada por mí, pero prestando atención a lo que a ellas les interesa. La segunda parte de la mañana estará reservada para que trabajen en sus proyectos. Ellas elegirán un tema o proyecto a realizar y en equipo tendrán que investigar para ver cómo hacerlo y, obviamente, hacerlo. Aquí será más libre su trabajo, yo simplemente estaré para resolver dudas, ayudarlas a buscar información, mediar cuando haya conflictos, pero ellas deciden si trabajan o no en el proyecto, y cuándo creen que un proyecto está terminado y quieren empezar otro. La idea es que a través de estos proyectos las niñitas no sólo aprendan a tomar decisiones en equipo, conversando y proponiendo ideas, sino también que aprendan a investigar, y que a través de sus errores se den cuenta de qué funciona y qué no. Esto será lo más novedoso también para mí, ya que tendré que aprender a morderme la lengua para dejarlas experimentar, y aunque sepa que algo no está bien o no les va a resultar, dejarlas que se den cuentan ellas mismas (aunque se demoren más). Lo que vale aquí es el proceso, más que el producto final.

Los martes y jueves irán a talleres con un grupo de niños que hace educación en la casa a cargo de una profesora en Frutillar. La jornada será de 11 a 16 horas, y los talleres son de música, bailes folclóricos, pueblos originarios y manualidades. El horario, que puede parecer extraño, me acomoda bastante: les da a ellas tiempo en la mañana para que lean o trabajen en su proyecto, y a mí para ordenar un poco la casa. Además, esos días podré almorzar sola con Balti y Beni, y sobre todo si éste último duerme siesta, regalonear al Balti.

Los miércoles serán los días de los "paseos culturales" que experimentaron ayer por primera vez. Esos días saldrán de 9 a 13 horas con la Kuki (Profesor y Licenciada en Historia) a conocer lugares y personas de la zona. La gracia está además en que irán en bus, caminarán, experimentarán aquello que generalmente sólo ven desde el auto. Ayer, por ejemplo, fueron a Frutillar a conocer el Museo Colonial Alemán, anduvieron en micro y colectivo y caminaron "un millón". ¡¡¡Llegaron chochas!!! Llevaron su cámara de fotos, su libretita para anotar, el mapa y un billete cada una para comprar la colación...

Los sábados serán los días de actividades al aire libre con el papá. Benjamín tendrá que desempolvar sus conocimientos de deportista para salir a andar en bicicleta, trotar, caminar, hacer circuitos, nadar, o lo que sea que signifique estar fuera de la casa y hacer actividad física. Les servirá también para que conversen sobre lo que hicieron y aprendieron en la semana. Además, en esta actividad estará incluido Baltasar, para que pueda ir aprendiendo de lo que cuentan sus hermanas y él pueda también conversar tranquilo (a veces con los más chicos cerca, entre gritos y llantos, el pobre no se puede expresar). Cuando el tiempo y las circunstancias lo permitan, estas actividades serán familiares. Pero cuando no, las salidas de los 3 mayores con su papá me darán tiempo de estar con mis conchitos y hacer otras cosas.

Si bien este esquema está pensado desde marzo en adelante, iremos de a poco adaptándonos a este horario. Nuestra idea es que el aprendizaje de l@s niñ@s sea una forma de vivir en familia más que una actividad específica dentro de muchas, y lo que me encantaría sería que si nos resulta, con los años l@s niñ@s no notaran la diferencia entre "año escolar" y "vacaciones", sino que estén siempre aprendiendo y pasándolo bien. ¡¡¡Sería bacán que así fuera!!!

2 comentarios:

  1. Estoy haciendo un curso en stgo sobre como plantear problemas para aprendrr ciencias pero aplica a todo. Cuando llegue juntemosnos para entregarte un pincelazo y textos..la idea es enseñarles a pensar, argumentar, explicar pero donde tu trabajo como GUÍA es fundamental.

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  2. Hola me salta una duda tus hijos tienen q dar examenes libres en algun colegio??? Me gustaria saber mas de este tema... Para co validar cursos y esas cosas!! Agradsco tus comentarios

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