lunes, 13 de enero de 2014

Jardín, Colegio, Universidad, ¿y después qué?

Como les comenté cuando empecé este blog, soy nueva en este mundo. Tuve que pedir ayuda para saber dónde se hacía un blog, y la fomedad gráfica se debe a que no me manejo mucho en el tema. Pero hace unos minutos estaba revisando las distintas aplicaciones que tiene blogger y quedé pasmada: pude ver cuántas visitas ha tenido el blog (por día, por entrada), de qué países son, por qué buscador llegan y qué sistema operativo usan. ¿Se imaginan? Existe una aplicación para poner publicidad y que me paguen según, supongo, el número de visitas que tenga. Todo esto lo puedo hacer en pijama, desde mi casa, a cualquier hora del día.

Para aquellos que, como yo, nacieron a fines de los ´70, ¿alguna vez se imaginaron que podrían ganar plata "trabajando" desde su casa, haciendo algo que los entretiene y que disfrutan? El mundo ha cambiado, eso es tan obvio que suena hasta siútico decirlo. Podemos conectarnos con personas que no conocemos, que jamás hemos visto y que viven a miles de kilómetros de distancia. Podemos hacer negocios, salvar vidas, iniciar campañas (¿se acuerdan de KONI2012?), grabar un vídeo y hacernos famosos... Y todo esto ha ocurrido en apenas 3 décadas. Imagínense cómo será el mundo para cuando nuestr@s hij@s sean adultos.....

Cuando nos dimos cuenta con Benjamín de esta realidad, más nos convencimos que la decisión que estábamos tomando era la correcta. Y al ver y leer charlas y libros sobre el tema nos damos cuenta que no somos los únicos que pensamos así. ¿En qué minuto nuestras hijas iban a descubrir sus talentos, su vocación, lo que querían hacer en sus vidas, si pretendíamos mandarlas al colegio la mayor parte del día, 5 días a la semana, 10 meses al año durante 12-14 años? ¿Acaso era ése el camino para prepararlas para la vida?

Cuando hace algunos meses me hice estas preguntas, pensé sobre mi situación. Siempre fui buena alumna, me fue bien en la P.A.A. y estudié Derecho en la Pontificia Universidad Católica. Elegí una carrera que no me gustaba, pero que creí me serviría. Y aquí estoy ahora, viviendo la vida que he elegido, que me he armado, haciéndome cargo de cosas que a muchos le pueden parecer poco importantes pero que para mí son transcendentales: mi casa, mis hij@s, mi familia. Y créanme que en esta gran tarea me ha servido muy poco lo que "aprendí" durante mi vida escolar y universitaria. Mi profesión la tengo guardada en un cajón, por si algún día la necesito, pero espero no tener que usarla porque no me gusta. Y no es que no tenga anhelos o desafíos más allá de mi casa...sueño con cambiar el país y el mundo, y estoy segura que durante mi vida contribuiré a ello (o al menos lo intentaré). Pero cada día me doy más cuenta que para lograr estos sueños no necesitaba estudiar 5 años en la universidad, y que me habría servido mucho más viajar, conocer personas, trabajar en lo que me gustara aunque fuera gratis, adquirir experiencia.

No sabemos cómo va a ser el mundo en 10-15 ó 20 años más. Mucho menos podemos saber qué profesiones se necesitarán o qué trabajos serán apetecidos. Pero lo que está claro es que, precisamente por todo esto, los mejores preparados serán aquellos que sepan solucionar problemas, buscar ayuda, trabajar en equipo, relacionarse con otros, romper paradigmas, enfrentar desafíos, y disfrutar lo que hacen. Y por eso emprendimos esta aventura.... 

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